lunes, 18 de mayo de 2009

El fútbol, bálsamo entre las bombas

De julio a diciembre de 1936 se disputaron 227 encuentros en la provincia de Valencia.

No son inusuales las afirmaciones como la siguiente extraída de la Enciclopedia General de los Deportes, publicada en 1954: "La Liga, así como toda clase de competiciones deportivas, se suspendió durante la Cruzada de Liberación". Estas sentencias no pueden esconder la existencia de diferentes competiciones que tuvieron como protagonistas, en algunos casos principales, a los equipos valencianos. Campeonatos como el Superregional Valencia-Murcia, la Liga del Mediterráneo, la Copa del España Libre, el campeonato Regional o el de Promoción Cataluña-Valencia, entre otros se disputaron durante estos años.El fútbol sobrevivió durante estos años con todas las penalidades imaginables, lo cual demuestra su popularidad y fuerza. De hecho, se disputaron más de 450 encuentros. En 1936 (de julio a diciembre) un total de 227. En 1937 hay contabilizados 207, mientras que en 1938 decreció a 12. Incluso se jugaron partidos en los diferentes frentes de batalla en los momentos de tregua entre los combates: "Un partido en el Frente de Teruel. En Corbalán la selección de infantería venció a la de artillería por 6 goles a 3". (EMV, 7 de octubre de 1936). Muchas veces la pasión originada por el fútbol fue utilizada para dar un aire de normalidad a la vida cotidiana de la retaguardia. Al mismo tiempo sirvió de válvula de escape de las penurias y las dificultades del momento. Con todas las situaciones problemáticas imaginables, Valencia fue de las pocas ciudades donde, dentro de la dinámica marcada por la guerra, se continuó jugando al fútbol y programándose otros espectáculos deportivos de manera más o menos organizada, hasta los últimos días del conflicto. Bien con carácter competitivo, amistoso o benéfico.
A nivel organizativo, el fútbol valenciano durante el mes de junio de 1936, vio como se celebraban asambleas y juntas generales de clubes. También la Federación Valenciana celebró su asamblea anual, donde fue reelegido presidente Antonio Cotanda.La dinámica habitual del fútbol cambia radicalmente tras el estallido de la guerra. Los clubes y las federaciones que habían quedado en la zona republicana vieron como su tradicional forma de funcionar variaba de manera sustancial. Las confiscaciones por parte de sindicatos y partidos republicanos hicieron que las tradicionales juntas directivas de los clubes cambiaran por comités formados por trabajadores, socios y aficionados.El cambio no fue sólo de denominación, sino que era mucho más profundo, ya que se pretendía crear una nueva filosofía en la vida de los clubes. Estos cambios iban a ser dirigidos por los nuevos órganos de dirección, imbuidos de la dinámica revolucionaria y proletaria del momento. Consecuencia de esta nueva situación sociopolítica, los clubes de la ciudad se pusieron al servicio del gobierno republicano, dando muestras de su lealtad. Así, por ejemplo, la nueva directiva del Gimnástico FC no dudó en afirmar: "Este club, ante los momentos graves que atraviesa nuestra patria, ha reunido entre sus socios, jugadores y empleados un grupo que forman la nueva junta de gobierno del mismo, completamente identificados con el régimen y bajo la tutela de la organización sindical". (EMV, 21 de agosto de 1936).Durante los años de la guerra, los clubes se pusieron a disposición de las entidades políticas y sindicales del Frente Popular, para la organización de diferentes festivales, partidos benéficos o mítines.No sólo los clubes más importantes estuvieron al servicio de la República. Los equipos modestos también dieron muestras de su lealtad. Fueron abundantes los ofrecimientos y las aportaciones que estos equipos hicieron para dar apoyo económico al gobierno republicano.Poco a poco, los equipos irán adaptándose a la nueva situación. Pasados los primeros meses de la guerra, los clubes volverán a una aparente normalidad, que desgraciadamente duró poco, ya que conforme el conflicto armado va alargándose en el tiempo la vida de los diferentes equipos irá haciéndose cada vez más difícil, hasta llegar a la práctica desaparición de la actividad futbolística en los últimos meses de la guerra.Desde el inicio de la Guerra Civil, se produjo un proceso en las entidades y organizaciones deportivas de adquisición de un carácter proletario. Que se verá en las nuevas formas de entender la vida de los clubes y en su relación con la sociedad política y civil del momento. Durante los años de la Guerra, las competiciones y manifestaciones deportivas tendrán un carácter de afirmación republicana y de resistencia.Los clubes de fútbol no fueron los únicos en variar sus órganos de gobierno, otros estamentos también se adecuaron a la nueva situación política. Así, la Federación Valenciana fue confiscada por la UGT y la CNT que la dirigieron mediante un Comité Ejecutivo presidido por Rienzi Barroso y con representantes de los tres clubes más importantes de la ciudad. El Colegio Valenciano de Árbitros fue confiscado y disuelto el 24 de septiembre de 1936. Creándose una gestora, imbuida del espíritu revolucionario del momento, que se encargaría de su dirección dentro del Sindicato de Espectáculos Públicos CNT -UGT. En esa misma organización sindical fueron incluidos también los futbolistas, tanto profesionales como amateurs.La Covadonga de la RepúblicaEn estos tres años, los campos de fútbol fueron escenario de numerosos festivales y mítines a favor de la República. En esta dinámica, las directivas, los jugadores y las instalaciones, estuvieron al servicio de las autoridades, los sindicatos y los partidos republicanos. Prueba de esta última afirmación la encontramos en la referencia que el político Antonio Jaén, de Izquierda Republicana, hizo durante el mitin celebrado en el campo valencianista el 23 de agosto de 1936. Donde no dudó en afirmar: "Mestalla es la Covadonga de la República", haciendo una comparación entre la reconquista medieval y la situación que se vivía en esos momentos. En ese multitudinario mítin intervinieron, entre otros: "La Pasionaria" por el PCE, Vicent Marco Miranda por Esquerra Valenciana, Sánchez Requena del Partido Sindicalista y los militares teniente Fabra y el capitán Uribes.
Publicado en Levante a fecha de Lunes 18 de mayo de 2009

0 Comments: