jueves, 9 de julio de 2009

Ribera bate todos sus récords

­El óleo Prometeo, de José de Ribera (Xàtiva, 1591 – Nápoles, 1652), batió ayer todos los récords del artista al venderse por 3,84 millones de libras (4,45 millones de euros) en una subasta de Sotheby's celebrada en Londres. La cifra multiplicó por cuatro el precio de salida de la pieza (entre 900.000 y 1,3 millones de euros). El óleo se ha convertido en la obra más cara de Ribera al pulverizar la anterior marca, que ostentaba El martirio de San Bartolomé, por el que se pagaron 3,19 millones de euros también en la sede londinense de Sotheby's en julio de 1990.
«Un total de ocho interesados en la sala y por teléfono pujaron animadamente, fulminando la estimación» existente, informó la casa de subastas anoche en un comunicado. No obstante, al cierre de esta edición, y mientras la subasta continuaba en marcha, se desconocía si el destino de la pieza es un coleccionista privado o alguna institución española o extranjera. La expresa de subastas remarcó, eso sí, en su comunicado que el récord supone «un importante hito para la obra de Ribera, conocido como El Españoleto». La cantidad alcanzada por el lienzo está en relación con la importancia de este Prometeo de gran tamaño (193,5 por 155,5 centímetros), considerado un precursor de los titanes que el valenciano pintó en la década de 1630 y de los que los otros dos se exponen en el Museo del Prado. El cuadro representa la figura mitológica de Prometeo, el titán que atrajo las iras de Júpiter al robar el fuego para dárselo a los hombres. El óleo pertenecía a Barbara Piasecka Johnson, viuda de J. Seward Johnson, uno de los fundadores de la firma Johnson & Johnson, la cual vendió ayer parte de su rica colección de arte del Renacimiento y el Barroco. La subasta de ayer incluía otras piezas españolas de Goya y Zurbarán, aunque partían con estimaciones inferiores a las de Ribera. Sotheby´s presentaba ayer a este rentable cuadro de Prometeo como «una de las obras más dramáticas y violentas» del pintor valenciano en cuanto a la composición. El personaje aparece de perfil, completamente desnudo, encadenado a una roca, gritando de dolor y con una gran herida en el costado causada por los picotazos del águila que bajaba diariamente a comerle el hígado. Ribera es uno de los grandes representantes de la escuela tenebrista española. El pintor de Xàtiva realizó prácticamente toda su obra en Italia, donde recibió el apodo de Lo Spagnoletto («El españolito»), por su baja estatura y por reivindicar sus orígenes al firmar sus cuadros con su nombre y al lado: español o setabense. El martirio de San Felipe o El sueño de Jacob, ambos en el Prado, son algunas de las obras más famosas del valenciano.
EFE/A. G. LONDRES/VALENCIA
Jueves 09 de julio de 2009. Levante-EMV.com

viernes, 3 de julio de 2009

Planos de la ciudad de Valencia siglos XVI-XIX (parte I)

*1608. Antonio Manceli. Nobilis ac regia civitas Valentie in Hispania.


*1704. Tomás Vicente Tosca.Valentia Edetanorum aliis Contestanorum, vulgo del Cid.


*1738. J. Fortea (Tomás Vicente Tosca). Edetanorum vulgo del Cid.


*1738. A.Bordazar (Tomás Vicente Tosca). Valencia de los edetanos vulgo del Cid.


*1811. Francisco Cortes y Chacón. Plano geométrico de la Plaza de Valencia y sus contornos con las obras de fortificación contruidas en la actual época.


*1812. Dumoulin. Plan de Valence asfiegeé et prise le 9 janvier 1812 par l' Armeé Française d' Aragon aux ordres de S.E. Le Marechal Suchet.


*1821. Cristobal Sales. Mapa que contiene la descripción topográfica de la ciudad de Valencia del Cid, antes de los edetanos.

jueves, 2 de julio de 2009

Descubierto un nuevo autorretrato de Miguel Ángel en el Vaticano

Un nuevo autorretrato del genio del Renacimiento, Miguel Ángel Buonarotti, ha sido descubierto en la recién restaurada Capilla Paulina en el Vaticano, lo que ha despertado el interés de críticos y estudiosos del maestro renacentista, informa hoy el diario La Repubblica. Según el jefe de los restauradores de los Museos Vaticanos, Maurizio De Luca, en uno de los dos frescos de la capilla, el de la Crucifixión de San Pedro, aparece un "autoritario" Miguel Ángel con turbante azul como uno de los tres caballeros romanos que acompañan la crucifixión, a la izquierda de la escena.
De la misma opinión es el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, quien precisa que "la restauración se ha hecho de forma excelente, el resto son opiniones, lo digo con toda sinceridad, el caballero con el turbante me parece que es Miguel Ángel aunque más joven porque en aquella época tenía 70 años". Al parecer de los expertos de los Museos Vaticanos se han sumado otros estudiosos del arte y del genio renacentista, entre ellos su biógrafo y restaurador, Antonio Forcellino, quien habla de una "restauración maravillosa que ha devuelto el esplendor original a la Capilla Paulina". Sobre el autorretrato dice que "forma parte de la tradición de Miguel Ángel" y que "en este caso aparece de modo evidente el tormento que caracterizaba el ánimo del artista, como en cada personaje y en su obra".
El turbante
En cuanto al turbante con el que aparece tocado, dice que "acostumbraba a protegerse del polvo con un turbante blanco cuando trabajaba", y el hecho de que se muestre a lomos de un caballo es normal porque "a Miguel Ángel le placía cabalgar". Para la experta Cristina Acidini, del Polo Museale Romano, el rostro de Miguel Ángel se parece mucho al famoso retrato del genio pintado por Daniele da Volterra en 1541 y agrega que "su expresión es de sufrimiento, triste, tensa, como si comprendiese la injusticia que se estaba llevando a cabo" al crucificar a San Pedro boca abajo.
Después de siete años de trabajos, la monumental Capilla Paulina ha recuperado su esplendor, tras concluir la restauración de la decoración pictórica y plástica del recinto que custodia los últimos dos frescos de Miguel Ángel: la Conversión de Saulo y la Crucifixión de San Pedro. La restauración fue presentada el pasado día 30 en el Vaticano y el papa Benedicto XVI la inaugurará el próximo sábado con la celebración de las Vísperas.
La Capilla Paulina, lugar de culto (en ella se expone el Santísimo Sacramento) y reservada al Papa y la familia Pontificia, fue encargada por el papa Pablo III Farnese (1534-1549) a Antonio de Sangallo, que la comenzó en 1537. Miguel Ángel fue el encargado de los frescos sobre la Conversión de Saulo, que comenzó en 1542, y de la Crucifixión de San Pedro, iniciado tres años más tarde, para concluir el conjunto en 1550. Ubicada a pocos pasos de la Capilla Sixtina, la restauración ha sido dirigida por el histórico del arte Arnold Nesselrat y realizada por el equipo de restauradores de los Museos Vaticanos, que dirige Maurizio De Luca, y entre los que se encuentra el español Javier Barbasán Camacho. Los trabajos han costado 3 millones de euros y han permitido devolver la luminosidad a los colores elegidos por el genial Miguel Ángel y descubrir a los restauradores las pinceladas del artista toscano.
EFE - Roma - 02/07/2009